El Grupo de Educación Ambiental “Guatahá Guazú” llevó a cabo el Primer Encuentro Ambiental el 3 de diciembre pasado en la Escuela 12 del río Sarmiento al que asistieron unas 40 personas.
El encuentro consistió en una serie de talleres que tienen como finalidad compartir el conocimiento de los distintos aspectos que hacen a la vida en el delta en un lugar clave de la comunidad como son las escuelas isleñas.
Los diversos talleres tienen como finalidad:
- socializar conocimientos y expandir la conciencia sobre estos problemas: construir en común los sentidos que le damos a nuestro territorio
- compartir prácticas individuales para que sean más colectivas o se extiendan como opción
- llevar estas problemáticas a los lugares donde vivimos/trabajamos
- conectar algo que de por sí está unido pero nos lo representamos separado: lo social con lo ambiental.
- repensar nuestras prácticas y construir alternativas a los modos de explotación (productiva e inmobiliaria) dominantes.
El encuentro giró en torno a los siguientes ejes de los que se sacaron en conjunto diversas conclusiones:
1. Plantas y semillas nativas:
Muchos trajeron para intercambiar plantas y semillas nativas, también libros con imágenes e información al respecto. Se intercambiaron ideas sobre la importancia de recuperar y fortalecer la vegetación autóctona tanto en lo que hace a la protección de la biodiversidad (que haya equilibrio entre especies variadas); al funcionamiento del ecosistema (equilibrio de funciones en el humedal) como en lo que respecta a la producción y sustentabilidad (qué vegetación explotable es más adaptable al territorio y acorde a los tiempos y modalidades de trabajo y economía isleños). Problema relacionado: forestación con sauce y álamo.
2. Desarrollo productivo – sustentabilidad:
En relación con lo previo se planteó como problema el avance de la forestación sobre la producción de frutales. Más allá de la historización que podamos hacer se debatió en torno a qué hacer hoy o qué posturas tomar. Parecía haber acuerdo en que criticar un modo de producción incluye y relaciona los daños ambientales; el rendimiento a largo plazo; el modo de trabajo que supone y el consumo de los productos derivados. Como ejemplo, la forestación con álamo: agota el suelo (es así?, bueno como cualquier monocultivo), destruye la biodiversidad; es una madera de baja calidad que sólo sirve para las pasteras (que contaminan); aunque finalmente producen el papel que consumimos y se sostiene gracias al trabajo casi esclavo (por esfuerzo y paga miserable) de isleños. Se mencionó el bambú, otro tema para investigar dado que suelen aparecer las “nodrizas” de la producción acompañadas de facilidades e incentivos y no solemos controlar a dónde conducen las recetas ajenas.
En relación con esto se planteó la existencia de productos alternativos y autóctonos que no son valorados: cañamo; formio. También Lucía contó un poco acerca de su producción de derivados de pecan.
3. Funcionamiento del humedal:
Se reconoció como valioso comprender las características de nuestro territorio y socializar esta información con el fin de tomar decisiones más conscientes a la hora de intervenir. Por ejemplo, en las construcciones de estacadas y en los rellenos.
4. Contaminación del agua y análisis de calidad:
Compartimos información acerca de los principales factores contaminantes. Si bien sabemos que la principal contaminación proviene de desechos industriales; agropecuarios y domiciliarios río arriba, quedaron tres cuestiones en las cuales podemos incidir de modo más directo: tratamiento de residuos domiciliarios (compartir estrategias); control de calidad del agua (dónde hacer análisis) y sistemas de clarificación/potabilización.
5. Basura domiciliaria:
Cómo producir menos; cómo seleccionar, tratar y reciclar. En directa relación con la contaminación del agua. Se habló de ver la posibilidad de tratar los residuos no orgánicos en la isla. Descontando que también sería útil expandir la práctica de producir compost.
6. Negocios inmobiliarios, barrios cerrados, como Colony Park:
Socializamos información acerca del proceso de construcción/destrucción; el impacto ambiental y la situación actual de las estrategias de resistencia.
De este importante encuentro al que asistieron unas 40 personas, se concluyó la necesidad de continuar con estos talleres y ampliar su difusión; crear, socializar y difundir prácticas alternativas (organización colectiva y comunicación comunitaria); también se caracterizó la avanzada de la política municipal en el bloqueo informativo y en la acaparación de la construcción de discurso y por ende, “venta” de soluciones-servicio; la necesidad de “contrainformar”, es decir, buscar la posibilidad de crear algún medio de comunicación (radio, revista), o de hacer acciones públicas cada tanto en lugares clave y la organización por arroyo como herramienta para poner en común problemáticas y estrategias.
El punto más destacado ha sido sin duda la importancia de investigar, de saber cómo es el lugar dónde vivimos, cuáles son y cómo afectan las intervenciones de los grandes negocios y también las prácticas arraigadas. Pero autoformarnos implica apropiarnos de esa información y construir nuestros propios sentidos. No vemos al delta como llanura sino como humedal, entonces los ríos lo constituyen. Cómo construyamos el sentido del territorio determinará nuestros posicionamientos a la hora de debatir las mejores formas de ocuparlo.
FUENTE: Informe de Encuentro por el Grupo Ambiental Guatahá Guazú
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