jueves, 31 de julio de 2014

EL DELTA BUSCA SU AUTONOMÍA. Por Gustavo Camps para Semanario Prensa Libre.

Nota publicada en el Semanario Prensa Libre el 25-7-2014.

Un documento base elaborado por una Comisión de Gestión y Seguimiento, que conforman vecinos y diferentes entidades isleñas de la primera, segunda y tercera sección delteña (Tigre y San Fernando), propone la autonomía de esta porción del Delta, mediante la creación de un nuevo municipio con sus propias instituciones de gobierno, presupuesto, territorio y demás condimentos, para tener autodeterminación como cualquier distrito de la provincia.



En la actualidad el delta bonaerense es una extensa franja, cuya principal característica es ser un macrosistema de humedales, donde tienen jurisdicción nueve municipios. La primera sección forma parte de Tigre mientras que la segunda y tercera forman parte de San Fernando.

De estas tres secciones de un tiempo a esta parte, pero no recientemente, sino desde hace al menos 80 años, han surgido voces para conformar un municipio independiente a partir de la particular identidad que posee el territorio insular, sus pobladores y su sistema de vida.

Por citar, el inmigrante Sandor Mikler, oriundo del imperio austro-húngaro y fundador en las islas del Periódico Delta en 1933, según afirman los historiadores locales, fue un ferviente defensor de la identidad isleña e impulsor de la autonomía.

Sandor Mikler promovía la Autonomía del Delta desde su periódico


En esta línea, un proyecto con esa visión salió a la luz recientemente, a partir de un documento base -elaborado por una Comisión de Gestión y Seguimiento- que circula y circuló en algunas redacciones y despachos de funcionarios y referentes políticos de diversa índole.

Prensa Libre accedió al documento que propone la autonomía, sobre la base de circunstancias históricas, sociales, culturales y económicas fundadas con detalle, donde se demuestra que los gobiernos locales, independientemente de su signo, intervienen con criterios de ciudad.

Como ejemplo se cita el Canal San Fernando, antiguo activo lugar de areneras, tronqueras y dique de carena, que con el tiempo dejó de funcionar por falta de criterios de integración; o el actual Puerto de Frutos de Tigre, más un centro turístico, que de servicio al isleño.

Otra situación que contempla el documento base es la insularidad y los conceptos de Foreland e Hinterland, para referirse a un área que se integra al casco urbano mediante un puerto, y a partir de allí surgen nuevas áreas de influencia económica en red.

La visión general del documento base es que los isleños no son campesinos ni citadinos, sino isleños específicamente, con una identidad particular ligada a la situación geográfica y a la voluntad de vivir en un medio ambiente determinado, sin necesidad de cambiarlo.

Como ejemplo se citan las inundaciones, tan de moda en el continente, pero fenómeno recurrente y natural del delta, que ni siquiera amerita emergencias, pues las casas y los sistemas de producción delteños no las eluden, sino que las incorporan como algo cotidiano.

Las viviendas palafíticas (sobre pilotes) dejan correr la marea; los endicamientos atentan contra la producción autóctona más que proteger de las crecidas, y ante la llegada del agua jamás hay “evacuados” como en la ciudad, porque se trata de un elemento más de la vida, no de un invasor.

Identidad isleña, insularidad, reconversión productiva (sistema productivo acorde con el funcionamiento del humedal); sistema administrativo acorde a la geografía; padrones propios; recursos económicos y fiscales para uso específico y apropiado.

El documento base es un verdadero tratado sobre la insularidad y tiene en cuenta también otras experiencias de división municipal como las que dieron origen a comunas como las de Ezeiza, Lezama, San Miguel, José C. Paz y Malvinas, o Hurlingham e Ituzaingó, por citar.

¿Están los actuales gobiernos municipales, dispuestos a blanquear la incapacidad genérica de un gobierno urbano para encarar la ejecución de políticas desde una perspectiva isleña genuina? Este es solo uno de los interrogantes que, sin duda, se planteará un proyecto de esta naturaleza.

¿Están dispuestos los gobiernos urbanos a reconocer que las islas aportan recursos que luego no se vuelcan en ellas, no por ineptitud o conspiración, sino porque la ciudad tiene su propia dinámica y la isla otra diferente? He aquí otro interrogante.

En 2015 se eligen nuevas autoridades en todos los distritos. ¿Es una oportunidad o una amenaza para los partidos mayoritarios el tener nuevas jurisdicciones para competir y menos votantes en las ya establecidas, luego de ceder territorio? Esto también está por verse.



Nunziata: "Nuestra representatividad es nula o casi nula"


Martín Nunziata



Martín Nunziata es un isleño que conoce su hábitat -vive hace más de 30 años en la primera sección-, es un referente para muchos de sus vecinos y desde hace años se compromete abiertamente con las causas delteñas, más allá de coyunturas, partidos políticos u otras variables.

En esta entrevista opina sobre la autonomía de las islas, a partir de un documento base elaborado por una Comisión de Gestión y Seguimiento, que conforman vecinos y diferentes entidades isleñas, que propone firmemente y con fundamentos la creación de un municipio isleño nuevo.


-¿Considera conveniente que el delta sea un municipio diferenciado de otros?

-Estoy absolutamente convencido de que es no solamente útil, sino necesario. Porque la representatividad nuestra desde el punto de vista institucional es nula o casi nula. Para usar una figura: Esto (las islas) es como una estancia en donde el patrón viene, recolecta, dicta las normas, y nosotros somos los puesteros. El dispone de la tierra como le parece. Esto, por supuesto, es histórico, no nace ahora, no es una pretensión (del gobierno municipal) actual. Nosotros no queremos dejar de ser argentinos (risas), no somos independentistas como los catalanes. Hablamos del manejo de nuestros recursos y la incidencia en las decisiones de las políticas que nosotros elijamos.


-¿Qué caracteriza al delta?

-El delta es una unidad geográfica en sí misma. Es inundable por naturaleza y debe seguir así, porque este es el fundamento de su valor y de las prestaciones que tiene para la humanidad. Responde a leyes naturales que, en general, quienes viven en continente no tienen la más mínima idea de lo que es la dinámica hidrológica del lugar y lo ven como un lugar para inversión, no para vida. Pretenden hacer puentes, para hacer desarrollos inmobiliarios como se conocen en la parte continental. Nosotros estamos adaptados a vivir sobre patitas, nuestras casas son palafíticas, nos movemos con embarcaciones y nos proveemos de manera diferente, no vamos todos los días al “súper”. Si nos agarra la marea tres días, nadie se vuelve loco por una inundación que es periódica.


-¿Actualmente es mayoritaria esa necesidad de autonomía?

-Voy a ser sincero: No. Todavía se necesita masa crítica y consenso. Esto todavía no está maduro porque hay una diversidad en la población isleña actual, porque ha habido una repoblación, y las inquietudes no son las mismas. Cuando se pedía la autonomía por esa normativa de construcción que nos querían imponer (parte del Plan de Manejo, lo referido a construcciones), se pedía solo para no tener normas, y nosotros queremos normas específicas para un lugar geográfico determinado y que nosotros podamos dictar nuestras propias normas. Nosotros no queremos vivir como fugitivos, sin cumplir ningún tipo de normas, y hay mucha confusión en eso.


Gustavo Camps

sábado, 26 de julio de 2014

Del Giúdice: "Si el municipio quiere estos espacios para el turismo, que los expropie y pague a los propietarios isleños".

FRAGMENTO DE LA NOTA DE FERNANDO DEL GIÚDICE PUBLICADA EN EL BOLETIN ISLEÑO DE JULIO.



Camino Ribereño Vs. Camino de sirga:
Pretender modificar el Instituto del Camino de Sirga por otra figura representa una expropiación encubierta. El Código Civil en sus arts. 2639 y 2640 fija una franja de entre 35 y 15 m. destinada solo para apoyo a la navegación comercial, salvamento y pesca comercial y NO para otra actividad diferente e impone restricciones al propietario ribereño para evitar conflictos entre éste y la navegación.
Analizada la jurisprudencia (antecedentes judiciales con sentencia firme, inclusive de las supremas cortes), todos los intentos por vulnerar este artículo (algunos producidos por provincias, otros por municipios y otros por organismos nacionales o provinciales) dieron como resultado que se derogue la norma que pretendía hacerse de esta franja para otros usos, es decir que cuando se ha pretendido tergiversar esta figura legal, siempre los fallos fueron a favor del propietario ribereño, dejando sin efecto estos intentos.
Si el Municipio de Tigre necesita de estos espacios para el turismo (propósito sostenido a lo largo de este proyecto de ordenanza) deberá seguir el procedimiento de la normativa vigente: 1) impulsar la sanción de una ley nacional que declare de interés público esos 15 m. de todas las propiedades isleñas, 2) indemnizar a todos los propietarios y 3) expropiar, a menos que los mismos propietarios inicien lo que se denomina “expropiaciones inversas”, a los que el municipio deberá afrontar sea por una u otra alternativa con importantes sumas de dinero. Similar caso se dio durante la gestión del Intendente Cacciatore de la Ciudad de Bs.As. que debió desembolsar mucho dinero para afrontar esta obligación legal.
Otro derrotero es ilegal y afecta la propiedad privada. Aún en el proyecto de modificación del CC en curso en el Congreso de la Nación, mantiene  esta figura, enfatizando aún más el derecho a la propiedad.

Nadie está en contra del turismo, ni mucho menos, pero si al Municipio le interesa esta franja, que pague lo que deba, pues utiliza nuestra propiedad privada (que dicho sea de paso comienza en el límite entre el agua y la tierra) para usos turísticos a cargo de empresas que cobran por ello, usando nuestro terreno como si fuera propio. Es como si en Tigre Centro el Municipio estimulara el turismo de gente que entre por la puerta, visite el comedor, dormitorios o el baño de los propietarios continentales. ¿Absurdo no? 

USOS PARA LOS QUE FUE PENSADO EL CAMINO DE SIRGA


Una familia lugareña transita por el camino de sirga, no una horda de turistas






sábado, 5 de julio de 2014

CONOCIENDO A LA PRODUCTORA SILVIA RODRÍGUEZ. El rol de la mujer en el Delta.


 (Extraído del Boletín "Nuestro Delta" del INTA)

La mirada de una mujer que, con apoyo familiar y de su entorno social, logró superar los desafíos que la producción forestal y el ambiente de la isla plantean. De largas raíces delteñas, miembro de la Cooperadora de la EEA Delta del Paraná. Se la puede encontrar trabajando su quinta arriba del tractor y con las botas puestas.



Cuando Silvia Rodríguez, hija del recordado productor isleño Don Aldo Rodríguez, recuerda cómo era el Delta durante su infancia nos cuenta: “... cuando uno es niño ve por los ojos de sus mayores, en mi caso mis padres, entonces para mí era (y continúa siendo) un lugar hermoso que presenta el desafío de superar obstáculos, transformarlos y/o convivir con ellos desarrollándonos como individuos”. Los lugares de encuentro, cuenta, eran las escuelas, en sus fiestas escolares, en algún club que organizaba campeonatos de fútbol y, también, en yerras y fiestas familiares.


Si piensa cómo es el Delta hoy, nos cuenta...: “En el aspecto social creo que en la medida que la gente tiene facilidad y/o posibilidad de movilizarse a otros espacios varía sus relaciones y administra el tiempo de otra forma, pero creo que el isleño entiende la importancia de estar cerca de sus pares (productores) así como de mantener algunas actividades y labores que son típicas a quienes nacen en este medio”. Con respecto al aspecto productivo, reconoce que hay actividades más favorecidas por la presencia de tecnología.

Con respecto a la problemática del Delta, observa: “... es que la oferta productiva ha quedado reducida a pocos productos, algunos de ellos no son competitivos en el mercado interno ni externo; las variaciones en las políticas económicas tampoco favorecen en esto y el Estado no logra resolver el apoyo a productores con cultura de trabajo”. Para afrontar las problemáticas, han logrado acondicionar sus tierras para producir forestación: “un producto con demanda hasta la actualidad”, afirma.

Con respecto al rol de la mujer en el Delta, reflexiona que siempre fue productora en el delta, es parte de su identidad, y que lo hizo en el lugar en que socialmente se la enmarcaba y en el ámbito en el que se la requería, desde producción de alimentos hasta labores artesanales; sus actividades brindaron un aporte económico muy importante. “En mi caso, ser productora forestal tuvo desafíos, pero entiendo que el apoyo familiar y entorno social fueron motores; de mi parte el gusto por la actividad y el afecto a esta zona ayudaron a superar estos obstáculos”, afirma Silvia.

Cuando define a los isleños entiende que se han enfrentado a la rudeza del medio...: “son esforzados, creativos, nobles y solidarios. Esos son los valores que le permitieron llegar hasta aquí”.

Y si imagina el futuro del Delta...: ”En la medida en que mantengamos los valores mencionados, profundicemos el compromiso con la actividad y forjemos una unidad apuntando a la cooperación tendremos el mejor de los futuros. Las variables económicas siempre existieron y existirán, pero tengo la expectativa que iremos sobreponiéndonos encontrando nuevos horizontes y nuevos vientos para avanzar”.

martes, 1 de julio de 2014

Normativa de construcción: EL PROCESO PARTICIPATIVO, ¿ES PARTICIPATIVO? Un maestro isleño dice: "La verdad, crece desde el pie".

Para todo aquel isleño que no se hubiere enterado, y se hallare entretenido con el mundial de Brasil, o sumido en las novedades del caso Noelting, informamos que nos hallamos en pleno “Proceso de participación ciudadana” para opinar sobre el proyecto de reglamentación de la Normativa de Construcciones para el Delta.



Si, hay una cuenta de correo electrónico para mandar opiniones y cartelitos pegados por algún muelle que lo anuncia. Eso es todo.

Según el decreto que lo lanza, "podrá ser participante toda persona física o jurídica, pública o privada, que invoque un derecho o interés legítimo, simple, difuso o de incidencia  colectiva, relacionado con la norma que se somete a consideración en el marco de este proceso.", aunque, se ataja, "la participación tendrá carácter de no vinculante.", es decir, que de todas formas, el municipio hará lo que le parezca.

La cosa es así: El municipio publicó en el boletín oficial un “proyecto de reglamentación de la normativa de construcción”; texto de difícil lectura, y más ardua comprensión aún para cualquier simple mortal, en el que, según afirman, se incorporaron “opiniones y aportes de diferentes vecinos isleños” tras algunas reuniones que hubo durante el año pasado. Ahora hay 60 días para bajar el proyecto de internet, leerlo, comprenderlo, analizarlo, y hacer por escrito los aportes, opiniones u objeciones que el paisano considere necesarios.

Se abrirá un expediente en la sede municipal, en el que se incorporarán por escrito y mediante un formulario todas las opiniones y aportes. Dice así el Anexo I: "Las presentaciones serán recibidas para su incorporación al expediente en las oficinas de la Unidad Ejecutora del Plan de Manejo del Delta, en la Secretaría de Control Urbano y Ambiental, Av. Cazón 1514, 1er Piso, Tigre, a partir del quinto (5º) día hábil posterior a la publicación del proyecto en el Boletín Oficial de la Municipalidad de Tigre, y por un plazo de sesenta (60) días corridos. Finalizado ese plazo se dará por terminado el período de recepción de opiniones en el ámbito del proceso participativo. Las presentaciones serán por escrito y podrán hacerse personalmente o a través de la casilla de correo electrónico participodelta@tigre.gov.ar, que se habilita a estos efectos.
Los interesados que deseen hacer su presentación personalmente deberán concurrir a la dirección antedicha y completar el FORMULARIO PARA LA PRESENTACIÓN DE OPINIONES Y PROPUESTAS EN EL PROCESO PARTICIPATIVO PARA REGLAMENTAR LA ORDENANZA 3345/13 (en adelante EL FORMULARIO).
Los interesados que deseen hacer su presentación a través del correo electrónico
deberán completar igualmente EL FORMULARIO del Anexo II, el cual también estará
disponible en la página web del Municipio de Tigre, www.tigre.gov.ar, para descargar y
enviar por correo electrónico. Boletín Oficial de la Municipalidad de Tigre Nº 718 – 13 de junio de 2014 - Pag. 16

Una dirección de mail, y un horario de 8 a 16 para ir a dejar la opinión por escrito.


Esto que según el municipio es un “Proceso participativo”, comete en nuestra opinión, el mismo error que la original normativa de construcción que ahora se pretende enmendar: es decir, el de no reflejar en absoluto la identidad, los modos y la realidad social del habitante isleño. A una población que carece de internet en su absoluta mayoría, se la convoca mediante escasísima difusión a participar a través de un correo electrónico, o a realizar un viaje largo y costoso, para acercarse a llenar un formulario en la sede municipal en horario de trabajo.

Consideramos que es muy difícil para el habitante promedio isleño poder leer, comprender y analizar un proyecto lleno de términos y conceptos técnicos más propios de universitarios y profesionales, y luego pretender que por escrito, pueda aquél dar una opinión acabada de lo que piensa al respecto. Tememos que una vez más, el círculo se cierre solamente en la participación de un par de intelectuales o sabiondos empapados del tema.

Creemos que un proceso participativo de esta índole dejará afuera indefectiblemente a la mayoría de la población interesada en estas cuestiones, que no por escrito, sino en un encuentro cara a cara, en reuniones convocadas para tal fin, podría expresarse perfectamente de cómo son sus usos y costumbres, y explicar correctamente toda una historia y una tradición constructiva, como lo han hecho los viejos isleños con sus aprendices de generación en generación, y que fueron comprendidos por ellos perfectamente.

Una serie o ciclo de encuentros en la isla organizados para tal fin hubieran sido una buena idea tal vez, un acercamiento real al vecino para explicarle personalmente el proyecto de reglamentación y  simplemente preguntarle ¿le parece bien, qué opina? Hacer lo que no se hizo en su momento, y que tanto reclamó la comunidad durante el agitado 2013. Porque como dice habitualmente un gran maestro isleño: “La verdad, crece desde el pie”.

El municipio de Tigre y la fundación Metropolitana ya reconocieron que el primer proceso participativo había fracasado por no reflejar la realidad de los isleños. No vemos que nada indique que se esté pensando ahora en la participación real de los vecinos, constructores o trabajadores de diferentes rubros de la primera sección a los cuales esta normativa modificará drásticamente sus tradicionales actividades. Sin ir más lejos, a este periódico no ha sido enviada ninguna información al respecto para ser difundida entre la población, y todo lo que sabemos, lo hemos obtenido de otras fuentes.

En cada isleño quedará decidir si siente que este proceso lo convoca realmente a participar, o si se trata de otra maniobra más para intentar legitimar lo que en definitiva, se terminará decidiendo entre cuatro paredes.

En próximas entregas iremos buscando desmenuzar el “Proyecto de Reglamentación” para que todos podamos intentar comprenderlo.