sábado, 3 de diciembre de 2011

CASA HAROLDO CONTI: DOS AÑOS DE NADA

Ayer se cumplieron dos años de la inauguración de la “Casa Museo Haroldo Conti” sobre el río Gambado, y todavía los vecinos de los arroyos aledaños están esperando que se les diga para qué.
            Desde el 15 de junio de 2009 que la casa se encuentra cerrada tras una pomposa inauguración a la que ningún isleño de la zona fue invitado. Todos se enteraron del evento cuando, atónitos, observaron que por primera vez en la historia del delta entraba una lancha de la empresa Interisleña hasta ese punto del Gambado, de la que se bajaron numerosos figurones de traje y señoras demasiado maquilladas.
            Desde esa fecha no se realizó ninguna actividad. Ninguna; ni cultural, ni social. Dos años de nada.
            Hay que recordar que para la “puesta en valor” –como está de moda decir hoy-, se gastaron cerca de 1.000.000 (un millón de pesos), como consta en el papelerío de Obras Públicas. No estaría mal si la últimamente tan manoseada memoria de Haroldo Conti hubiera servido para transformar la casa en la que escribió en un centro vecinal activo y pujante, que de verdad honrase la lucha por la que este escritor dio su vida.
            Para sorpresa (y burla) de los vecinos, sólo hay en el muelle pegado un papelito A4 metido en un folio de plástico que no ha podido impedir que la tinta se corriese con la lluvia –que obviamente desde el río y a velocidad de motor no se lee-, que dice que se puede visitar viernes y sábados de 10 a 16. Eso es todo.
            Consultados empleados municipales que atendían la muestra de Conti que se hizo en la estación Fluvial, sobre cuándo se haría algún tipo de actividad, estos respondieron que "cuando las lanchas para turismo pudieran entrar", confirmando así que nada de todo esto fue pensado para el beneficio del barrio en el que la casa se encuentra.
            Hace tiempo que los vecinos de la zona buscan la forma de poder activar un espacio que sería de gran beneficio para el barrio si hubiera actividades de cualquier tipo. Estos días se ha redactado una nota que se está haciendo firmar pidiendo que en la casa de Conti se instale una salita pediátrica, ya que en las cercanías existen numerosas familias con niños, y es una zona que no posee transporte público.
            Los vecinos apuestan a que las autoridades todavía estén a tiempo de revertir tan lamentable situación y despilfarro de fondos públicos transformando la casa en un espacio para el beneficio del barrio, y ser así consecuentes con el homenaje que se ha querido hacer al autor de Sudeste.

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