Nunca los ríos habían estado más llenos de basura como desde que empezó a efectuarse el servicio de recolección de residuos por parte de la ignota Cooperativa Córdoba Ltda. desde hace algo más de un año.
Una iniciativa que podría ser muy útil a los isleños, y que cuesta la friolera de $8.640.000, al haber sido implementada pésimamente de parte de la empresa, y más deficientemente controlada por parte del municipio, ha convertido a la primera sección en un basurero a cielo abierto.
La compañía y el municipio no han dispuesto los elementos y la información necesaria para que los vecinos no tengan que ver luego de cada fin de semana los muelles repletos de bolsas destrozadas por perros, ratas o pájaros. Para la reglamentación del pliego que enuncia la manera en que debe hacerse este crítico servicio, a ningún isleño se le ha pedido consejo u opinión. Luego de cada repunte del río, el desfile de bolsas navegando es aterrador.
Un servicio mal implementado es peor que la ausencia de servicio
El análisis del pliego que establece cómo debe hacerse el servicio demuestra la total anarquía que reina en los sistemas de contralor de parte de la municipalidad, y más específicamente, de la Subsecretaría de Prestación e Higiene Urbana.
Uno de los puntos afirma sorpresivamente, que sólo debe contratarse personal isleño en caso de ser insuficiente el dispuesto ya por la empresa.
Un ítem que nunca se ha cumplido, y cuyo incumplimiento es uno de los causantes de tanta contaminación, es el siguiente: “La empresa deberá diseñar a su costo una campaña publicitaria sobre los servicios que presta, zonas, y horarios. En consecuencia, todo cambio de horarios deberá ser programado con la debida anticipación”. Todos los vecinos del delta saben que esto nunca existió, y que el día y la hora en que pasará la lancha recolectora podría ser fruto de grandes juegos de apuestas.
Otro ítem que no sólo no se cumple, sino que existen arroyos por los que literalmente, el servicio nunca jamás pasó: “La frecuencia será de tres veces por semana por todos los ríos y arroyos de la 1ª sección de islas, prestándose el servicio a partir de las 8.00 hs.” Se hace la salvedad de que es necesario que haya el agua suficiente, cosa que todo isleño puede comprender, no así la ausencia los días en los que el agua está perfectamente.
Algunas de las multas que deben aplicarse (que de ser así el municipio sería multimillonario) son:
-Dejar caer o diseminar residuos $100
-Levantar en forma parcial los residuos $100
-No guardar respeto o consideración al vecindario $100
Mientras este desastre es subsanado por la municipalidad, es necesario apelar a la responsabilidad personal por la basura que producimos. Con los residuos orgánicos podemos hacer compost para nuestras huertas y plantas. Con los otros residuos, podemos embolsarlos y llevarlos personalmente a la ciudad cuando vamos para allá, o arreglar con los vecinos que viajan más seguido. Otra opción es hacer nosotros mismos o darle la changuita a alguien para que construya un recipiente de madera con tapa, para que mientras las lanchas recolectoras despiertan de su letargo, la basura que nosotros producimos no sea desparramada por el río gracias a los perros o las mareas.
excelente post. gracias. un tema que debiera ser tratado con la máxima urgencia
ResponderEliminar