Cuando Ricardo Schincariol,
pequeño productor familiar del Aº Leber, 1era sección de islas, recuerda sus
comienzos expresa…: “He vivido en el Delta toda la vida. Desde 1943. En ese
entonces era muy diferente, había 10 veces más población ocupada en diversas
actividades, principalmente frutícola. Había varias sociedades de fomento,
muchos clubes con distintas actividades, en los almacenes de ramos generales se
reunía la gente. Regular y frecuentemente se organizaban festivales danzantes
con orquestas de importante renombre”.
Si piensa en el Delta hoy observa
varios cambios…: “La pérdida en la rentabilidad de las producciones intensivas
(fruticultura, horticultura, etc.) que demandan mano de obra intensiva, los
productores aumentaron la superficie forestada, que en forma secundaria ya
existía. Para este cambio influyó el cese de la inmigración europea de la post
guerra mundial, con el que se hizo muy difícil la producción frutícola, por
ejemplo”. Recuerda, entonces, que la producción de maderas de salicáceas era
rentable y posible con las técnicas manuales de esos tiempos.
Distingue varios temas como
problemas hoy en el Delta…: ” Falta de personal para labores forestales en sus
diversos aspectos; desde hace tiempo precios con baja o nula rentabilidad;
urgente reconversión del sistema productivo, espacialmente con los sauces;
aparición de nuevas y graves plagas forestales”. Ricardo resalta la aparición
de ambientalistas como un tema muy actual que impacta directamente en la región
y sus habitantes, y, a su entender, no de una manera positiva.
Como todo isleño, afronta toda
adversidad…: “Como pequeños productores estamos acostumbrados a apuntar a
cierta diversificación con producciones intensivas acordes a la época, algo de
viveros forestales; también producimos algo de plantas de pecan, un poco de
floricultura con jazmines de corte, cierta producción forestal de sauce y
álamo; y en ratos libres, un poco de trabajo en el taller mecánico. Este cuadro
con sus altibajos nos permite sostenernos”.
“Debo mencionar, una interacción
con otros productores y técnicos impulsada principalmente por el INTA, que
considero muy útil, tal vez esencial en estos tiempos”.
Y si imagina el futuro del
Delta…: ”Actualmente, los cambios socio económicos son muy veloces e
impredecibles, por tanto es casi imposible entrever el futuro pero, sin dudas,
para empezar a mejorar se necesitan políticas coordinadas de los distintos
estamentos administrativos con injerencia en el Delta, llevadas a cabo por
funcionarios con los conocimientos necesarios en esta región tan peculiar,
donde es tan fácil tomar decisiones equivocadas cuando faltan la mínima
experiencia y alguna prudencia”.
Fuente: boletín electrónico de la
La Estación Experimental Agropecuaria Delta del Paraná de INTA
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