LA
MANERA ISLEÑA
Este texto es tan sólo un aporte para la reflexión sobre cuáles son nuestras formas de hacer las cosas en las islas del Delta, en contraposición a lo que creen los que escriben normas que no reflejan en absoluto la realidad.
En la isla existe un
modo tradicional de hacer las cosas, llamado “modo de vida isleño”, “identidad
isleña”, “ser isleño”, etc. Estas frases se repiten por demás, pero nunca se
define claramente que decimos cuando las decimos, y tal vez no sea posible
hacerlo claramente. Pero sí se puede decir qué cosas NO pertenecen a la
tradición, la identidad, o el modo de vida isleño.
Dicen los que saben que
las buenas leyes son las que reflejan bien los usos y costumbres de una
población determinada. Hay una manera de hacer las cosas, y los que hacen las
reglas sólo ponen por escrito esas formas, y así sale una ley realista, y
posible de ser cumplida. Las leyes que no son de este tipo, son las leyes
malas, que no reflejan la realidad, y que no se pueden cumplir, por lo que se
vuelven tan sólo un catálogo de multas o castigos por incumplimientos.
Hay un tesoro que los
que fomentan el turismo en el Delta dicen querer rescatar permanentemente, y es
la arquitectura isleña, el modo en que el isleño se ha acomodado y adaptado al
humedal, no sólo funcionalmente, sino estéticamente.
En cuanto a la
construcción de viviendas en el Delta, los más viejos dicen: “El islero
construye su rancho arriba del agua, y abajo del viento”. Los que así dicen,
están poniendo en palabras la tradición de construir palafíticamente –sobre
pilotes-, las típicas casas bajas y alargadas, que distribuyen el peso lo más
horizontalmente posible sobre nuestros blandos suelos, y bajo las inclemencias
del viento sudeste.
La construcción realizada
por los isleños, para sí mismos o para otros es un claro caso de adaptación
perfecta del hombre al medio en el que vive, en este caso, el humedal inundable
del delta del Paraná.
1. El terreno
Naturalmente, el isleño elegía el
terreno para construir su casa buscando el albardón natural más alto, para
estar la mayor cantidad de días posibles libre del repunte.
El isleño adapta su rancho al medio, y no al revés.
Quita la menor cantidad de plantas posibles, y construye el rancho en el lugar
más alto. Siempre cerca de la costa. Para mejorar el drenaje del terreno puede hacer
algunas zanjas, pero no impedirá la entrada del agua. Sólo puede hacerlo el
pequeño y mediano productor forestal, haciendo algún ataja repunte que de
ninguna manera impide el ingreso de la marea, sino que lo ayuda a regular un
poco la entrada, pero que no modifica el funcionamiento del humedal.
2. La Casa y los materiales.
En
la isla no hay casos de derrumbes ni tragedias por desmoronamientos de
viviendas, con excepción de las que se han caído por la erosión de las costas
debido al excesivo tráfico fluvial de un tipo de turismo nocivo para la región,
que no asume de ninguna manera el daño que provoca. El saber popular del islero
lo ha llevado a construir viviendas seguras, con las sencillas comodidades que
necesita: un espacio de cocina y para comer, un baño, y las habitaciones
necesarias. Puede tener alguna galería para el fresco en el verano. La vida del
isleño transcurre prácticamente afuera de la casa, por lo que la visión del
mundo desde la que él construye su casa no es la misma con la que un arquitecto
urbano puede diseñar sus proyectos, para una familia que vive puertas adentro
en una ciudad o barrio privado.
Las
casas isleñas eran originalmente de barro, sobre pilotes de madera, que con un
buen mantenimiento, lograron excelentes resultados demostrando un reconocido
valor arquitectónico, estético, térmico, y de gran calidad constructiva.
Todavía se ven casas de más de 100 años por los arroyos.
También
hay un uso muy difundido de la madera y la albañilería, con buenos resultados.
Este tipo de construcción también se adapta muy bien al humedal, y no existen
argumentos convincentes para alentar o desalentar uno u otro tipo de construcción.
Sobre todo en la primera Sección, debido a la gran difusión de las casas de fin
de semana, hay una gran cantidad de familias que viven del trabajo de los
carpinteros, albañiles, fleteros, etc. Estos trabajadores han logrado una
calidad constructiva poco común, y son consultados en reiteradas oportunidades
por profesionales arquitectos que desconocen los pormenores de la construcción
isleña.
3.
Las fachadas
Las
originales casas isleñas tienen una similitud bastante homogénea: la casa
alargada sobre la costa, baja, con una galería al frente o perimetral, y un
techo a dos o cuatro aguas.
Hace
ya décadas, cuando comenzó el furor turístico en la primera sección, la gente
de la ciudad construyó las casas de fin de semana dando su impronta estética
personal e individual, lo que dio a las islas de Tigre ese toque heterogéneo y
atractivo que expresa una diversidad enorme en lo cultural, lo social y lo
estético, haciendo de la primera sección de islas el punto del partido de Tigre
con mayor armonía en la diversidad, y el punto con menor fragmentación social y
conflictividad.
Existe
en otros lugares llamados “barrios privados”, una intención de homogeneizar la
estética de las construcciones. Este es un concepto importado de los Estados
Unidos que pretende limitar la espontaneidad personal, y el derecho de las
personas a vivir en una casa que guarde el estilo que más le guste.
4. La autoconstrucción y el trabajo
para “afuera”.
En
la isla existe una gran tradición de autoconstrucción. El isleño suele hacerse
él mismo el rancho. En general sabe cómo hacerlo, y si no, pregunta a uno que
sí lo sabe. El vecino ayuda dando consejos y explicaciones, prestando
herramientas, o ayudando concretamente a construirlo. Así se logra que las
casas guarden casi todas ellas los principios de construcción aplicables al
humedal: alturas, dimensiones de las columnas, zapatas, vigas, distribución de
pesos, etc.
El
isleño que es constructor, es un trabajador múltiple e independiente, sin
patrones, que trata con el cliente, hace
los diseños, los presupuestos, garantiza la logística de materiales, y lleva a
cabo el trabajo en el lugar todos los días. Puede contratar por un jornal a
otro isleño vecino que lo ayudará a realizar la obra, y que irá aprendiendo
además el oficio de construir en la isla, saber que sólo se aprende bien de esa
forma.
5. Tratamiento de aguas residuales
(sistema de humedal artificial)
Es
indispensable colocar cámara séptica para que los sólidos y no tapen el
sistema. De ahí pasamos al humedal artificial, que no es otra cosa que una gran
maceta donde se encuentran las plantas. Éstas pueden ser juncos, totoras,
lirios, y cualquier planta adaptada a la inundación permanente de agua. Se
calcula una superficie de 3 Mts 2 aproximadamente por persona habitante de la
casa. Es necesario que le de el sol la mayor cantidad de tiempo posible ya que
así la actividad de las plantas es mayor generando un tratamiento más
eficiente.
Es importante generar el albardón que
puede ser hecho con tierra para abaratar costos. El fondo debe tener pendiente
de 2 centímetros por metro hacia la salida y su función es generar una
contención para la arena que usaremos como sustrato para las plantas, así como
para evitar cualquier pequeña marea dentro del mismo. Antes de colocar la arena
es importante colocar una manta de plástico de suficiente espesor para evitar
que parte del efluente contaminado se filtre hacia el suelo contaminándolo.
Sobre el plástico cubrimos con arena un
espesor de 60 centímetros, salvo en el sector del caño de salida, donde debemos
colocar piedra partida como se ve en los gráficos.
La última parte es la caja de inspección y
nivel. Es necesario hacerla de ladrillo y revocarla en el interior. Su función
es regular el nivel del agua en el humedal o inspeccionar el agua del
tratamiento.
6. El agua
La
manera tradicional del isleño para el uso del agua era la de sacar directamente
el agua del río, y filtrarla con una vasija de barro.
La
contaminación de los arroyos más cercanos al continente, víctimas del
descontrol total en la industria y las fiscalizaciones que el Estado debería
realizar, es cada vez más preocupante. El isleño ve cómo de afuera le
contaminan el agua que usaba para tomar, cocinar, bañarse, lavar, regar sus
cultivos, y de la que sacaba parte de su dieta.
La
mayoría de las viviendas actuales toman el agua del arroyo con un bombeador
eléctrico, que la lleva a un tanque cisterna. Allí se le pone sulfato de
aluminio -un producto decantador-, y un poco de lavandina. El agua decantada se
sube a otro tanque en altura mediante un bombeador, que es el que le da presión
de agua al interior de la casa. No existe red de agua potable a la cual
conectarse en la isla.
El
agua para consumo se toma de zinguerías colocadas en los techos para capturar
el agua de lluvia en tambores, se busca en continente de la red de agua en
bidones, o se compra agua embotellada a precios carísimos.
7. El gas
No
existe red de gas natural en la isla. Las viviendas funcionan con una garrafa,
y una manguerita que conecta los artefactos como cocinas o calefones. No se
conocen casos de accidentes o tragedias que lamentar.
También
existe una gran reserva en el delta de gas metano, el “gas de los pantanos”,
recurso que si fuera desarrollado y alentado por el Estado o por otro tipo de
institución sería la solución ideal para la población isleña. Hasta ahora
existen sólo casos individuales y aislados de isleños que tengan en sus casas
este sistema.
8. La electricidad
La
isla es “electrodependiente”. La empresa EDENOR tiene abandonado por completo
el territorio isleño y no cuenta con la infraestructura necesaria para
abastecer a la población sobre todo en invierno, cuando los isleños enchufan
las estufas para calefaccionar sus hogares. También, ha ocurrido que el auge
turístico con una mirada urbana, ha promovido un tipo de alojamiento de
“confort” igual al de la ciudad, por lo que la instalación de artefactos de
frío-calor, de altísimo consumo, hace que los fines de semana largo en invierno
o en temporada de verano, se sufran reiterados cortes por colapso de la red
instalada.
9. Camino en la costa sin pasarelas
turísticas.
El
delta es muy variado. Existen zonas de mayor población, donde los vecinos deben
caminar por el frente de las casas hasta llegar a los muelles públicos, y otras
zonas más despobladas donde la gente no camina, sino que sale de su casa hasta
su muelle, para subir a su embarcación o tomar la lancha colectiva.
A
la hora de pensar este camino, debe tenerse en el centro al isleño. En las
zonas pobladas, de mayor tránsito a pie, debería someterse a la decisión democrática
del barrio la de hacer o no una cinta de cemento, de gran ayuda para las
personas mayores, con movilidad reducida, madres con niños que van hacia las
escuelas o centros de salud, u otros.
En
las zonas despobladas donde no se camina, es absolutamente innecesario, sino
perjudicial, hacer cualquier tipo de camino, excepto los cruces de zanjones.
Debe
desalentarse completamente el tránsito a pie del turismo masivo, que invade la
intimidad del isleño, la tranquilidad y la higiene. No deben hacerse pasarelas
o caminos con fines meramente turísticos, ya que la transformación total de la
tranquilidad e intimidad del paisano isleño se vería invadida por completo, arruinando
uno de los pilares del “modo de vida isleño”.
10. Iluminación
Es
sabido que la excesiva iluminación perjudica a la fauna nocturna, y a la
navegación. No debe haber iluminación pública, excepto quizás, y también podría
someterse a la decisión de la gente de cada arroyo o barrio, en algún puente o
pasarela que implique algún riesgo. Pero no más. En los muelles particulares,
con una simple bombita de muy bajo consumo e intensidad, para “marcar” la
posición del muelle y evitar algún accidente basta. No debe haber reflectores
ni iluminadores de alta intensidad.
¡Excelente!
ResponderEliminarMuy interesante!,
ResponderEliminarFelicitaciones por el artículo. Tiene un año de antigüedad, pero recién lo pude ver porque antes no tenía una conexión a internet que me permitiera navegar sin quedarme luego incomunicada. Comparto completamente TODOS los aspectos y conceptos aquí expuestos. Realmente refleja nuestra identidad. Abrazos! Vivi de la Isla
ResponderEliminarHola !! Articulo muy interesante sobre la manera isleña !! Nosotros justo acabamos de mudarnos al Delta asi que intentamos informarnos y aprender de todo. Estamos buscando mas informacion sobre el tratamiento de aguas residuales... (Resiego de inundacion, mejor ubicacion... en fin, cualquier dato sera util....) Muchissimas gracias!
ResponderEliminarmsvionnet@gmail.com
Excelente articulo !!!
hasta pronto. Maria y Eddy del Pajarito
Muy buen artículo! Aunque no soy isleño, vivo en una zona donde carecemos de cloacas y buscando un humedal artificial leí toda la nota. Gracias por compartirlo con nosotros!
ResponderEliminarMuchas gracias por la información ! Muy útil!
ResponderEliminarExcelente artículo que acabo de leer luego de adquirir una fracción en la tercera sección del Delta. Son lineamientos básicos de respeto a las tradiciones y de convivencia que a quienes no somos isleños nos marcan un camino..... muchas gracias ¡¡¡¡
ResponderEliminarQuiero aclarar que donde dice " No se conocen casos de accidentes o tragedias que lamentar." por el gas, es un gran error.
ResponderEliminarEl gas en garrafa y con istalaciones precarias es peligroso y los accidentes son comunes. Solamente en mi barrio en la primera sección de islas conozco 3 casas que se han incendiado y una persona que se quemó gravemente sacando la garrafa de su casa (salvandola).
El peligro mayormente se da cuando la garrafa y el artefacto que la usa están en el mismo ambiente y una fuga puede ser fatal. Es indispensable hacer la prueba de la espuma cuando se cambia la garrafa y cuando se mueven artefactos como estufas o pantallas.
Por favor, no subestimen un peligro que es real y que SI se conocen casos de accidentes y tragedias lamentables.
guayraca.com , por favor ayuden a denunciarlos. están construyendo barrios cerrados como si fuera en el continente!
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarAlguien que me pueda dar datos de como montar los pilotes para sostener una casa?
Hola!Excelente info. Por favor me sumo al pedido de Fabio. Cómo montar los pilotes / Postes de madera? Van enterrados, con o sin hormigonar? Zapata? o apoyados sobre plancheta? Teniendo en cuenta nuestro suelo blando. Gracias!
EliminarMe sumo al pedido de Fabio y Pablo
Eliminarexcelente artículo! muchas gracias!
ResponderEliminarBuscando el mejor uso del gas de las islas encontré su sitio. Muy bueno, con explicaciones bastantes claras, buena concepción del isleño y ameno. Desde Panamá les envío un saludo y abrazo....y recuerden a sus escritores como Conti, Sastre y no pienen en Lugones, chau
ResponderEliminarmuy pero muy bueno el articulo y las opiniones enriquecedoras
EliminarLa verdad que el articulo esta muy bueno, pero los accidentes existen pero todos los que yo me entere fueron por corto circuito debido a la precariedad de las instalaciones
ResponderEliminarLa luz que entrega edenor es bochornosa, yo llegue a medir 67 volts
muy buen dato.
ResponderEliminaralguien tiene algun contacto de arquitectos que entiendan de isla es para un proyecto muchas gracias darioarrieta@hotmail.com