sábado, 26 de julio de 2014

Del Giúdice: "Si el municipio quiere estos espacios para el turismo, que los expropie y pague a los propietarios isleños".

FRAGMENTO DE LA NOTA DE FERNANDO DEL GIÚDICE PUBLICADA EN EL BOLETIN ISLEÑO DE JULIO.



Camino Ribereño Vs. Camino de sirga:
Pretender modificar el Instituto del Camino de Sirga por otra figura representa una expropiación encubierta. El Código Civil en sus arts. 2639 y 2640 fija una franja de entre 35 y 15 m. destinada solo para apoyo a la navegación comercial, salvamento y pesca comercial y NO para otra actividad diferente e impone restricciones al propietario ribereño para evitar conflictos entre éste y la navegación.
Analizada la jurisprudencia (antecedentes judiciales con sentencia firme, inclusive de las supremas cortes), todos los intentos por vulnerar este artículo (algunos producidos por provincias, otros por municipios y otros por organismos nacionales o provinciales) dieron como resultado que se derogue la norma que pretendía hacerse de esta franja para otros usos, es decir que cuando se ha pretendido tergiversar esta figura legal, siempre los fallos fueron a favor del propietario ribereño, dejando sin efecto estos intentos.
Si el Municipio de Tigre necesita de estos espacios para el turismo (propósito sostenido a lo largo de este proyecto de ordenanza) deberá seguir el procedimiento de la normativa vigente: 1) impulsar la sanción de una ley nacional que declare de interés público esos 15 m. de todas las propiedades isleñas, 2) indemnizar a todos los propietarios y 3) expropiar, a menos que los mismos propietarios inicien lo que se denomina “expropiaciones inversas”, a los que el municipio deberá afrontar sea por una u otra alternativa con importantes sumas de dinero. Similar caso se dio durante la gestión del Intendente Cacciatore de la Ciudad de Bs.As. que debió desembolsar mucho dinero para afrontar esta obligación legal.
Otro derrotero es ilegal y afecta la propiedad privada. Aún en el proyecto de modificación del CC en curso en el Congreso de la Nación, mantiene  esta figura, enfatizando aún más el derecho a la propiedad.

Nadie está en contra del turismo, ni mucho menos, pero si al Municipio le interesa esta franja, que pague lo que deba, pues utiliza nuestra propiedad privada (que dicho sea de paso comienza en el límite entre el agua y la tierra) para usos turísticos a cargo de empresas que cobran por ello, usando nuestro terreno como si fuera propio. Es como si en Tigre Centro el Municipio estimulara el turismo de gente que entre por la puerta, visite el comedor, dormitorios o el baño de los propietarios continentales. ¿Absurdo no? 

USOS PARA LOS QUE FUE PENSADO EL CAMINO DE SIRGA


Una familia lugareña transita por el camino de sirga, no una horda de turistas






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