(Extraído del Boletín "Nuestro Delta" del INTA)
La mirada de una mujer que, con apoyo familiar y de su entorno social, logró superar los desafíos que la producción forestal y el ambiente de la isla plantean. De largas raíces delteñas, miembro de la Cooperadora de la EEA Delta del Paraná. Se la puede encontrar trabajando su quinta arriba del tractor y con las botas puestas.
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Cuando Silvia Rodríguez, hija del recordado productor isleño Don Aldo Rodríguez, recuerda cómo era el Delta durante su infancia nos cuenta: “... cuando uno es niño ve por los ojos de sus mayores, en mi caso mis padres, entonces para mí era (y continúa siendo) un lugar hermoso que presenta el desafío de superar obstáculos, transformarlos y/o convivir con ellos desarrollándonos como individuos”. Los lugares de encuentro, cuenta, eran las escuelas, en sus fiestas escolares, en algún club que organizaba campeonatos de fútbol y, también, en yerras y fiestas familiares.
Si piensa cómo es el Delta hoy, nos cuenta...: “En el aspecto social creo que en la medida que la gente tiene facilidad y/o posibilidad de movilizarse a otros espacios varía sus relaciones y administra el tiempo de otra forma, pero creo que el isleño entiende la importancia de estar cerca de sus pares (productores) así como de mantener algunas actividades y labores que son típicas a quienes nacen en este medio”. Con respecto al aspecto productivo, reconoce que hay actividades más favorecidas por la presencia de tecnología.
Con respecto a la problemática del Delta, observa: “... es que la oferta productiva ha quedado reducida a pocos productos, algunos de ellos no son competitivos en el mercado interno ni externo; las variaciones en las políticas económicas tampoco favorecen en esto y el Estado no logra resolver el apoyo a productores con cultura de trabajo”. Para afrontar las problemáticas, han logrado acondicionar sus tierras para producir forestación: “un producto con demanda hasta la actualidad”, afirma.
Con respecto al rol de la mujer en el Delta, reflexiona que siempre fue productora en el delta, es parte de su identidad, y que lo hizo en el lugar en que socialmente se la enmarcaba y en el ámbito en el que se la requería, desde producción de alimentos hasta labores artesanales; sus actividades brindaron un aporte económico muy importante. “En mi caso, ser productora forestal tuvo desafíos, pero entiendo que el apoyo familiar y entorno social fueron motores; de mi parte el gusto por la actividad y el afecto a esta zona ayudaron a superar estos obstáculos”, afirma Silvia.
Cuando define a los isleños entiende que se han enfrentado a la rudeza del medio...: “son esforzados, creativos, nobles y solidarios. Esos son los valores que le permitieron llegar hasta aquí”.
Y si imagina el futuro del Delta...: ”En la medida en que mantengamos los valores mencionados, profundicemos el compromiso con la actividad y forjemos una unidad apuntando a la cooperación tendremos el mejor de los futuros. Las variables económicas siempre existieron y existirán, pero tengo la expectativa que iremos sobreponiéndonos encontrando nuevos horizontes y nuevos vientos para avanzar”.
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sábado, 5 de julio de 2014
CONOCIENDO A LA PRODUCTORA SILVIA RODRÍGUEZ. El rol de la mujer en el Delta.
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Apoyo el pensamiento de Silvia y espero que se cumpla su expectativa en cuanto al futuro del Delta.... espero lo mismo!
ResponderEliminarApoyo el pensamiento de Silvia y espero que se cumpla su expectativa en cuanto al futuro del Delta.... espero lo mismo!
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